martes, 22 de enero de 2013

K.


A partir de que el tiempo comenzó a sentirse irregular, también el tintinear de nuestras presencias se incrementó. Pierdo la cuenta de los años, aunque quizá recordarlos no sea tan importante como aferrarse a todo lo demás. Pero, ¿aferrarse a qué? Ese aferrarse puede llegar a sonar tan cotidiano hoy, como pudo haber sonado en aquel entonces. Hoy te fueron a buscar, de lo que quedó y habitaste. Para mí no hay nada en esa búsqueda, tú no estás en aquel lugar. No debes culparlos, ni ellos a ti por habernos dejado en ascuas, tampoco pensar que ya no te siento por saber que te fuiste. Yo no acostumbro a viajar a las estaciones de donde parten los que quiero, así sueñe que estén esperándome al final del andén. Porque sé que no volverás, lo supe desde que nuestro último ritual acabó. No te preocupes si llegas a perderte en el camino o si la obscuridad ajena te ofusca, te llevaré conmigo a través de nuestros propios laberintos.

lunes, 18 de octubre de 2010

Diario alfa.

Hoy me encontraba dialogando con ciertos árboles, sólo diré que se trataban de una sarta de promiscuos cipreses y fresnos. Cuando expliqué cómo podían determinar su edad, replicaron con algo de disgusto y fui exiliado de aquellos páramos.